La flor se compone de cáliz, verde, formado por sépalos.
Dentro del cáliz, se encuentra la corola, que es la
parte más bella de la flor, compuesta de pétalos.
En el centro de la flor, se observan unos
filamentos muy finos: los estambres, que terminan en un
pequeño abultamiento llamado antera, llena de un polvo
finísimo, el polen. Rodeados por los estambres, se
encuentran los pistilos, formados por hojitas transformadas y
soldadas entre si en todo o en parte, integrados, cada uno de ellos,
por ovario, estilo y estigma.
La vida de una planta. Los frutos
enteros o las semillas, al caer en la tierra, dan origen a una nueva
planta. Las semillas, tienen amigos que las transportan a sitios muy
alejados de los lugares donde vive la planta madre: tales son el
viento, el agua, los animales. Estos se alimentan de frutos y
eliminan las semillas, que caen en la tierra. Los mirlos por
ejemplo, se nutren de muérdago, y al limpiarse en las ramas, dejan
allí las semillas que llevaban pegadas al pico. La ardilla, gran
devoradora de nueces, las disemina por todas partes, lo mismo que
las hormigas diseminan muchas gramíneas y hierbas.
La semilla que ha penetrado en la tierra,
con el tiempo envía afuera un pequeño brote, que después se
convierte en una plantita cuyas raíces están arraigadas en
el suelo, por medio de las cuales, absorbe las substancias
necesarias. Una planta que vive mucho tiempo sobre el mismo terreno,
cuando haya absorbido todas las substancias minerales, comenzará a
languidecer si no se recurre a los abonos para vivificar y
fertilizar la tierra.
Los vegetales absorben substancias
minerales inorgánicas, es decir, desprovistas de carbono, y
las transforman en otras orgánicas por medio de la clorofila,
sustancia que se encuentra en las partes verdes de la planta.
Esta toma el bióxido de carbono del aire, retiene el carbono y
disuelve el oxigeno. Tal es el motivo de que el aire alrededor de
las plantas sea saludable para nuestra respiración. Sin embargo,
este fenómeno sólo tiene lugar a la luz del día; desde la puesta
hasta la salida del Sol, las plantas duermen, y entonces, desprenden
bióxido de carbono como cuerpo resultante de su respiración; por
lo tanto, dormir de noche en una habitación en que haya planta es
perjudicial, porque estas contribuyen a consumir el oxigeno y
exhalan bióxido de carbono.
Muy bien Karen cumpliste con la tarea y también con la posibilidad que conozcamos más sobre las flores.
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